jueves, noviembre 25, 2010

Libros que sois un ala...



Libros, que sois un ala (amor la otra)
de las dos que el anhelo necesita
para llegar a la verdad sin mancha.

Amado Nervo

El libro ese instrumento sin el cual no puedo imaginar mi vida, y que no es menos íntimo para mí que las manos o que los ojos.

Ordenar bibliotecas es ejercer de un modo silencioso el arte de la crítica.

Jorge Luis Borges

Lee y conducirás, no leas y serás conducido.

Santa Teresa de Jesús

Ahora dejo de tanto citar (y de ostentar familiaridad con los clásicos)y explico lo que significa el libro y la lectura para mí.

Por las noches me quedaba hasta la una o las dos de la madrugada leyendo. Mi hermano, que se levantaba muy temprano para ir a la fábrica, me gritaba que apagara la luz. Él estaba harto de trabajar y lo rendía el sueño de los justos, por eso demandaba justicia (a veces con su propia mano) así como oscuridad y silencio. En cambio yo andaba asaz ufano en compañía de mis amigos Sancho y Quijano y no era infrecuente que soltase una carcajada con las razones que Quijote aducía a propósito de cualquier alto ideal caballeresco. Aquel tipo estaba loco, sí, pero su locura era razonable y sus palabras eran de oro: relucían y tenían valor. No me entraba sueño.

También me acuerdo de aquellas mañanas junto al ventanal luminoso. Allí ganaba el tiempo con Werther, con Ana Ozores, con Funes el Memorioso etc. y mi madre me llamaba para almorzar una y otra vez. Yo le pedía un plazo de cinco minutos para acabar el capítulo y me volvía a sumergir en la lectura. Me llamaba otra vez y de nuevo solicitaba plazo y el plato en la mesa y ya no te lo digo más y ya voy ¿ya voy?¡hum!

El libro es para mi todo esto. Es decir, esa cosa que hace que me olvide de que tengo que dormir o alimentarme para subsistir.

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