martes, octubre 20, 2015

La Editorial Funambulista recopila en un volumen una cincuentena de cartas que Pessoa dirigió a Ophélia Queiroz, una mecanógrafa de las oficinas de la Baixa lisboeta donde él traducía correspondencia comercial.  En su corta vida -1888-1935- Pessoa solo tuvo un amor, Ofelia. Se conocen en 1920 y mantendrán el noviazgo solo en dos cortos periodos de tiempo, el mismo que abarcan las cartas: De 1 de Mayo a 29 de Noviembre de 1920 y de 11 de Setiembre de 1929 a 11 de enero de 1930.

Ha sido una lectura intensa, uno se queda verdaderamente impresionado con la naturaleza de esa historia de amor y del personaje Pessoa, su ternura, su originalidad, sus manías.. de manera que cuando termina de leer se ve invadido por una especie de nostalgia (saudade) como la que se siente ante un personaje entrañable como Don Quijote. 

La primera parte del epistolario (7 meses) trasluce una relación de amor un tanto ingenua, caracterizada por la ilusión y la infantilización del lenguaje. Ésta se acaba cuando Ofelia exige, se impacienta y quiere que Fernando sea un novio "formal".

Durante 9 años no se ven ni se escriben y un día cae en manos de Ofelia la siguiente foto:
El poeta se entera de que ella está interesada en tener una copia y de seguido se la envía con la siguiente dedicatoria:

"Fernando Pessoa. En flagrante delitro" 

Nótese el sentido del humor, la ironía y el juego de palabras "delitro"..

        A partir de aquí se reanudan la relación y las cartas, pero durará solo cinco meses. Pessoa ha envejecido precozmente, está gordo, probablemente  a causa del aguardiente, además tiene accesos de locura, de genialidad, sufre neurastenia, trastorno multipolar.. se obsesiona con su obra, plagada de heterónimos, 72 en total. Se vuelve más solitario "ser poeta no es una ambición mía, es mi manera de estar solo". En las cartas firmadas como Álvaro do Campo se muestra incisivo y original, las firmadas como F.P. más cariñoso; aunque cada vez se espacian más sus cartas (3 por 10 de las de ella), y son más recurrentes los reproches de la enamorada que termina por dar la relación por imposible.
      Fernando Pessoa morirá 5 años después de una crisis hepática. Ofelia se casa al poco tiempo, tiene hijos y vive una larga vida que se extiende hasta 1991. Poco antes de morir, Ofelia declarará en una entrevista  que si bien respetó a la persona con la que ha compartió su vida, siempre lo ha considerado un amigo pues el amor de su vida fue Fernando António Nogueira Pessoa.

www.youtube.com/watch?v=5WN_QT7NlRM
www.youtube.com/watch?v=xuyQzj9bEOo

jueves, octubre 08, 2015

Muse - Psycho



 LA gira Drones llega a Madrid el próximo 5  de Mayo 

El hombre feliz

Un día el rey más poderoso de la época se decidió por fin, tras largos años de infructuosos tratamientos por parte de la legión de médicos que le atendían de su extraña dolencia, a consultar a un Sufi que vivía en las afueras de la capital. El sabio accedió a acompañar al emir y cuando estuvo en presencia del ilustre soberano, pasó un buen rato en silencio observándolo. Luego, haciendo ya el gesto de irse, dijo:

“Poderoso señor, todas vuestras dolencias desaparecerán al instante de vestiros la camisa que lleva el hombre feliz”

Consternado el monarca apenas acertó a preguntarle a voz en grito, cuando el viejo sabio iba ya a salir de la enorme sala. “¿Dónde está ese hombre? ¿Cómo puedo encontrarle?”

“No teneis más que enviar emisarios a buscarlo”, respondió el Sufí desde el pasillo.

El rey actuó de inmediato y envió a todos sus emires a recorrer el país. Los altos dignatarios fueron preguntando a todo ciudadano si era el hombre feliz, y cuando el interrogado respondía negativamente seguían buscando. Pasaron los años. Por fin el emir más diestro, fuerte y paciente regresó a palacio, exhausto, desfallecido y con el semblante ciertamente turbado.

El rey inquirió: “¿Has encontrado por fin al hombre feliz?”

“Sí, majestad”, respondió el buen servidor, “en efecto lo he encontrado; vive en los confines de vuestro reino, en lo alto de las montañas más altas”.

“¿Le habéis, pues, colmado de tesoros a cambio de su camisa?”

“Majestad:”, el canciller se tomó su tiempo en responder, lanzó un largo suspiro y concluyó, “el hombre feliz es tan pobre que no tiene ni camisa”

El hombre feliz
León TOLSTOI

viernes, octubre 02, 2015

https://www.youtube.com/watch?v=mgIEbmsiDM8&index=3&list=RDDnqZXYkmTUU