
Sin embargo, me ha decepcionado un poco. Se exagera demasiado el folclore andaluz para que haga contraste con la cultura yanqui de la protagonista. Ésta, por otro lado, resulta inverosímilmente ingenua, desagradablemente gilipollas. Quien haya vivido con una estadounidense sabe que no son tan cretinas, sino al contrario.
El humor casi siempre se basa en la distinta percepción que de las situaciones tienen los personajes debido al cruce de culturas, en interpretaciones literales de lo que es simbólico y viceversa, en las perplejidades de Nancy ante lo extravagante andaluz y gitano, en sus errores de comprensión, en juegos de palabras, homonimias, paranomasias, metátesis... el autor usa y abusa de todo esto de tal forma que a la quinta carta ya cansa y son diez.
En la p.128
- ".. y tú ¿no nadas nada?-no traje traje"
Ésta ya me sonaba. Igual que la frase en la p. 83
"¿Cuándo se ha visto un torero con bigote?"
Lo que son las cosas.
En la p. 195 hay una incongruencia: si el duque habla a Nancy en perfecto inglés ¿cómo se explica ahí la palabra "garete" y el consiguiente chiste?
En fin, creo que es una obra sobrevalorada en la literatura española.
Ramón J. Sender, lo siento pisha, pero no sé si es que tú la escribiste a la ligera o que yo la he leído muy superficialmente.